miércoles, 28 de enero de 2015

El A-B-C del Islam

El Corán es el verdadero mensaje que incluye todo lo primordial y esencial. Es la única referencia y fuente suprema a todos los asuntos islámicos importantes. 

La Sunna del Profeta es la viva encarnación de las sunnas del Corán, las cuales son obligatorias de seguir a través del ejemplo del Profeta (saws). No obstante, esa Sunna no es la establecida por gente en tiempos del oscurantismo, no se trata de aquellas narraciones recopiladas en conocidas obras.

En el Islam hay fundamentos no aptos a transformación alguna.

-Campo de las creencias.
-Campo de la adoración.

-La ética y la moral.

viernes, 23 de enero de 2015

Mensaje A Las Mujeres

En ningún lugar en el Corán Allah describe a la mujer como flor, perla, diamante, chupachup, awra y demás sandeces que se afirman, y que algunas parece encantarles, pensando que es un elogio islámico. ¡Terapia gente, terapia! Antes de abrazar el Islam o de levantarse un día y recordar que eres musulmana alhamdulillah. No se trata de un insulto, hay mucha gente que tiene conflictos internos; agresividad, complejos, falta de auto-estima ...Todo eso se proyecta a través de su practica religiosa y luego se convierten en calamidad para el propio Islam y para las demás mujeres y alhamdulillah!

La mujer y el hombre son iguales ante Allah, los dos deben cumplir con la misma misión en esta Tierra; la de ser "Jalifa" administradores, gestores de este mundo. Los dos son responsables de su encomienda. Ambos tienen que cumplir con los objetivos de la religión. Nadie es mejor que otro excepto por sus obras.

* Nota : ¡Cuidado con las traducciones! En árabe se suele utilizar el masculino incluyendo tanto a hombres como mujeres. El Corán no es ni patriarcal ni matriarcal. Hay que adaptarse al lenguaje Coránico y dejar a un lado nuestro bagaje cultural; sea árabe u occidental.

domingo, 18 de enero de 2015

La Compilación De Hadices

A diferencia del Corán, que es la Palabra de Dios para toda la humanidad y no sólo para los musulmanes, y que fue registrado por escrito en vida misma del Profeta Muhammad (saws), en el mismo momento en el que se revelaba, a través de un equipo de escribas designado al efecto, los dichos y enseñanzas del Mensajero de Allah no se compilaron inmediatamente. Se registraron después de su muerte, dado que era más importante recopilar y salvaguardar los versículos del Coran.

Su transmisión era oral, de padres a hijos, de maestro a discípulos. La primera generación, los contemporáneos del Profeta (BP), relataron lo que vieron y oyeron a las generaciones posteriores. La raza árabe del Hiyaz se destacaba por su memoria, cultivada desde la época pre-islámica con la preservación de una prolija reseña de las genealogías familiares que se remontaban a épocas legendarias, y en la conservación de relatos de hazañas y poesías. Esta excepcional memoria, potenciada por la trascendencia que tenían para esos hombres los hechos de la historia de los orígenes del Islam, que habían vivido junto al Mensajero de Dios, hicieron posible una transmisión de enseñanzas proféticas a las generaciones sucesivas.

Fue a lo largo del segundo siglo de la Hégira que se hizo patente la necesidad de preservar y certificar los hadices posiblemente auténticos, compilándolos de una manera ordenada según las necesidades de las diversas ciencias islámicas emergentes. Surgieron así las grandes compilaciones clásicas de tradiciones proféticas, y con ellas, toda una ciencia con diversas ramas dedicadas específicamente al estudio del hadiz.

La compilación de hadices se inicia mucho antes del nacimiento de Al-Bujari en 195H, contrariamente a lo que se cree.

Hay seis colecciones clásicas de hadices atribuidos al Profeta. Aunque se les defina como “obras auténticas - Sihah”, no implica en absoluto que lo sean o que estas estén desprovistas de errores, de manipulaciones o de aberraciones. Se ha mentido mucho en su nombre por intereses, se ha mancillado su imagen a través de miles de hadices mucho antes de que nacieran los de Charlie Hebdo. El Profeta sabía que se escribiría demasiado sobre él y por eso dejó claro que todo hadiz debía ser analizado a través del Corán. Él nunca instó a sus compañeros a escribir nada sobre él, le preocupaba más la palabra divina.
Esas narraciones fueron recopiladas siguiendo un criterio personal, los fundamentos establecidos en las ciencias del hadiz son simplemente un esfuerzo personal de los científicos del hadiz. Por lo tanto, al ser todo un esfuerzo humano existe un porcentaje de error en dicho esfuerzo, un esfuerzo que no debe ser menospreciado tampoco.

Los libros de hadiz no son referencia islámica, son referencia histórica, fuente de información, luego deben ser estudiados y analizados meticulosamente para quedarnos con lo que corresponde con el Islam en su origen extraído del Corán.

Muchos musulmanes, pertenecientes a la escuela de acepta todo y calla porque lo dice x-y-z, piensan que rechazar un hadiz es equivalente a rechazar un versículo Coránico, lo que significa que te hace un desviado, un anti-Sunna, un enemigo del Islam… La primera persona en rechazar hadices fue Aisha- Allah esté complacido con ella- rechazó una veintena de hadices directamente, no esperó leer las seis compilaciones. Umar ibnu Al Jattab prohibía que NADIE relatara nada sobre el Profeta Muhammad sino tuviera dos testigos por cada persona. Muslim rechazó hadices de su propio maestro Al-Bujari. Abu Hanifa y tantos sabios antiguos también no dudaban en rechazar cualquier hadiz dudoso tras su análisis. Así que, a los celosos del legado : ¡despertad!

Una de las grandes catástrofes de esta comunidad que se descompone gracias a su inercia y a su simplismo, es precisamente la de aceptar todo lo que empieza por “narró fulano de mengano que el Profeta dijo..” como palabra divina, como revelación divina y por lo tanto no sólo fue realmente dicho por él, sino que hay que obedecer sin cuestionar nada.

Pensemos un poco: Supongamos que esas narraciones fuesen revelación-astagfirullah- qué clase de revelación es esa que unas veces se la etiqueta de sahih-correcto o auténtico- otras de buena, otras de débil…Esto sí que es un chiste. Nos tragamos todo desafiando hasta el sentido común. Acaso existe algo llamado versículo auténtico, versículo débil entre otra decena de etiquetas? No, verdad?

Lo que es peor aún, llamar esas obras “Sihah” plural. Sahih Muslim, Sahih Al-Bujari es un insulto a la palabra divina cuando nos dice “¿Acaso no reflexionan en el Corán y sus significados? Si no procediera de Allah habrían encontrado en él numerosas contradicciones.”
Todo lo que no sea palabra divina es contradictorio.

Un último dato: No existe en todo el mundo ni un solo manuscrito de Al-Bujari o de Muslim. Lo que leemos hoy día no son obras originales. Lo que los musulmanes llaman el libro más autentico después del Corán, en verdad data de 105 -151-168-229… años después de la muerte de Al-Bujari. Lo mismo sucede con las demás compilaciones.

Hay que espabilar y dejar de creer que ya se sabe todo porque me leí dos libros o porque llevo cuarenta años de musulmán o porque mis sheikhs favoritos dicen... Hay millones de hojas sin leer aún, mucho conocimiento que adquirir con la ayuda de Allah para los que son sinceros.

Ciertamente que el profeta habló, ciertamente que dijo, pero lo que dijo no se desviaba del Corán, no se desviaba de la fitra (la naturaleza inicial del ser humano), no se contradecía a sí mismo o a la palabra divina.

Los hadices que vayan en la misma línea que el Corán, los que instan a aferrarse a principios morales, virtudes, ética. Los que instan a ser mejores creyentes, mejores seres humanos, los que describen al Profeta tal cual lo describe Allah en su libro, los que describen a Allah tal y cómo ÉL El Altísimo se presenta a sí mismo en el Corán son todos bienvenidos. El resto de cuentos de mil y una noches, de mitos fantásticos y de aberraciones no nos interesan.


La prioridad es el Corán, comprender la palabra divina, sobre todo en estos tiempos de fitna y de absoluta confusión y de desorientación.

jueves, 15 de enero de 2015

Reflexión

En 1742, François Voltaire estrenó en París una obra de teatro llamada “El fanatismo o Mahoma el Profeta”. Allí presentaba al Profeta (pyb) como un impostor, un manipulador, un desleal, un hedonista descontrolado y, sobre todo, un forjador de fanáticos.

Napoleón Bonaparte comentó sobre la obra diciendo ¡Y quién es Voltaire para hablar del protagonista de la Historia! Me imagino lo que diría en estos días de histeria colectiva acerca de las caricaturas. Si el gran Voltaire es nadie para difamar e insultar al Profeta Muhammad, menos lo será un cutre semanario. Así que, que digan lo que quieran, que dibujen lo que quieran, porque además Mahoma es un personaje imaginario, nuestro Profeta se llama: Muhammad no Mahoma para empezar.

Veintiocho años después, Voltaire vuelve a escribir sobre el Profeta y sobre el Islam, esta vez alabando su figura. ¡Y, sí! La gente cambia, hay que darle tiempo a algunos.

Debemos centrarnos en analizar el problema desde sus raíces y hacernos las preguntas pertinentes (¿por qué odian a los musulmanes? ¿por qué odian “el Islam” –no odian el Islam porque simplemente no lo han visto, odian lo que proyectan los musulmanes como Islam) para encontrar una solución. Todos somos responsables de la imagen que proyectamos del Islam, tanto a nivel individual, como a nivel comunidad.

La Cancillera alemana, Angela Merkel, instó a los sabios musulmanes a mostrar el verdadero Islam. Sin duda, la Señora Merkel ha puesto el dedo en la llaga. Por otro lado, Zuhair Mahmood, supervisor de la formación de Imams en Francia, también acertó en su diagnostico, el fracaso en ofrecer a la juventud una educación acorde con los preceptos de nuestra religión. El fracaso en la formación de imams de nivel.

A los musulmanes se nos “activa” fácilmente; unos dibujitos, una pseudo-peliculita y arde Troya! Somos seres emocionales y el Profeta no educó a sus seguidores para que sean seres emocionales, los educó para que sean humanos y racionales. No sé qué Profeta siguen algunos…

Uno de los problemas a los que nos enfrentamos como comunidad es la ausencia de un discurso islámico racional, inteligente y fiel al mensaje Coránico. El discurso islámico difundido desde los púlpitos o desde canales islámicos por imams, sheikhs, pseudo-sheikhs, predicadores de moda que se han nombrado como portavoces del Islam, no sólo no está a la altura del desafío, sino que hace más daño que bien. No produce mentes libres que cuestionan, produce esclavos que obedecen a humanos. Gracias a ellos y a su discurso soporífero de nivel de primaria, fuera de la realidad Coránica y de la realidad espacio-temporal, nos encontramos con musulmanes desprovistos de profundidad, de pensamiento, de auto-crítica, de cultura… De tales maestros, tales alumnos.

La mente del musulmán está llena de narraciones, de edictos legales que prohíben todo en la vida y de cuentos de las mil una noches estilo islámico. Todos saben qué dijo el imam fulano, el sheikh mengano, pero nadie sabe qué dijo ALLAH.

Alguien sabe, por ejemplo, que Allah le informa al Profeta en el Corán que los asociadores de la época-mushrikun- lo llamaban “oreja”-udun-, porque lo consideraban como alguien incapaz de distinguir entre lo verdadero y lo falso, que sólo se dedicaba a escuchar todo y a todos. Pero en cambio, si os digo que el profeta dijo porque lo narró fulano de mengano que él dijo que quien imita a un pueblo es uno de ellos, seguro que os suena más. Si le pido a alguien que analice el hadiz y que me explique a qué se refiere tampoco tenemos idea, no?
La realidad de los musulmanes no es para estar orgulloso; personalmente no hay nada que me irrite más que “el Muslim Pride”; orgulloso –orgullosa de ser musulmán. Y de qué nos sirve tu orgullo, de qué sirve al Islam…Esta es la educación fallida de los sheikhs e imams de mezquita. El Islam es el que tiene que estar orgulloso de ti musulmán, no tú! Si no aportas nada al Islam, mantén silencio y no seas un problema para tu sociedad.

Basta de lloriqueo, basta de victimismo, basta de echarle la culpa a falsas banderas, conspiraciones (todo país tiene una agenda política que quiere ver cumplida a todo precio, no es su culpa si los musulmanes deciden hibernar permanentemente).

La vida es un esfuerzo constante –yihad- para mejorar como seres humanos, mejorar como creyentes y mejorar nuestras sociedades. No está escrito que iba a ser fácil, el Profeta no lo tuvo fácil. Así que, por respeto a él, por respeto a lo que representa debemos despertar ya de una vez y seguir su ejemplo. Aprendamos el Islam que él enseñó y no el que enseña el clero antes de quejarnos y decir que los demás nos odian.


PD : No me refiero seguir narraciones.