Según
la mayoría de las autoridades, esta invocación se repite al comienzo de cada
sura en todo el Corán a excepción de la sura 9.
En
todos los demás casos, esta invocación “en el nombre de Dios”, precede a la sura
y no se cuenta como uno de sus versículos.
Los
epítetos divinos rahman y rahim se derivan ambos del sustantivo rahma, que
significa “misericordia”, “compasión”, “ternura compasiva” y, en sentido más
amplio, “gracia”.
Los
eruditos musulmanes han tratado de definir, desde un primer momento, los matices
exactos de significado que diferencian a estos dos términos. La mejor
explicación, y la más sencilla, es sin duda la que propone Ibn Qayyim (citada
en Manar I, 48): el término rahman define la cualidad de abundante gracia que
es inherente al concepto del Ser de Dios e inseparable de él, mientras que
rahim expresa la manifestación de esa gracia en Su creación y su efecto sobre
ella –en otras palabras, un aspecto de Su actividad.
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