Nosotros,
los seres humanos, juzgamos a la humanidad de manera mecánica basándonos en lo
aparente. Si fuera por algunos, la mayor parte de la humanidad ardería en el
infierno y se salvarían sólo unos pocos pertenecientes al mismo grupo.
La
mayor de las bendiciones de Allah es que ÉL mismo juzgará a TODOS, ÉL y nada
más que ÉL. No tendrá socios en el juicio –astagrfirullah-, ni el profeta
Muhammad, ni el profeta Jesús, ni Ali, ni al Bujari, ni Muslim, ni el comité de
fatwas saudí, ni ninguna figura imaginaria perteneciente a la literatura
fantástica pseudo-islámica. ¡Al hamdulillah! Podemos dormir tranquilos en ese
sentido.
“Y dispondremos las balanzas de la
justicia [para juzgar a los hombres] el Día del Juicio, y nadie será oprimido.
Y todas las obras, aunque sean tan pequeñas como el peso de un grano de
mostaza, serán tenidas en cuenta. Ciertamente somos suficientes para ajustar
cuentas.” (Los Profetas :21)
*Dispondremos:
Allah. Plural mayestático.
Sabemos
que Allah es JUSTO, su justicia es absoluta, inequívoca. No obstante,
El
Altísimo, no juzgará únicamente con la justicia, si lo hiciera, estaríamos
todos perdidos. NADIE entra al paraíso con sus obras, acaso es tan barato.
Acaso se trata de “sobornar” a Dios con unas cuantas oraciones, unos días de
ayuno, unas cuantas expresiones y ya tendremos plantado un árbol o una casa en
el paraíso. ¡Qué ingenuos somos los musulmanes! Superamos a los niños en
nuestra ingenuidad y simpleza.
Allah,
en su infinita compasión nos juzgará además de su justicia, con su infinita
generosidad. Por lo tanto, su criterio en el juicio está más allá de nuestra
pobre e ilusa comprensión. Él toma en consideración las condiciones externas e
internas, las influencias externas e internas, el contexto general, lo aparente
del individuo, su cultura, sus intenciones, sus creencias, su concepto de la
vida, del universo, de Dios, de la religión…Todo influye, todo se toma en
consideración.
Allah
puede condenar a un sabio de renombre que podría tener un ejército de
seguidores en su vida porque ante Allah no ni valdrán títulos, ni grupos, ni
compañero del Profeta, ni hijo del profeta, ni imam de no sé qué, ni Sidi
fulano, ni Sidi mengano. Eso funciona con los idolatras de todo tipo, los que
se exceden divinizando a seres humanos que ni conocen su propio destino.
NADIE
tiene garantizado NADA.
*Balanza
en árabe es mízan (zeta inglesa) y cuando Allah menciona la palabra mízan en su
forma plural –mawazin- significa las balanzas de la justicia en la otra vida.
Se menciona cuatro veces en el Corán. ¿Cómo o qué son esas balanzas? Allahu
A’lam. No es relevante saberlo, hay que preocuparse de la aceptación de
nuestras obras.
Resumen:
Hay que reciclar nuestro concepto de Dios porque anda muy torcido. La mayoría
se ha creado en su mente un dios a su medida pretendiendo que es Allah cuando
no lo es. Cuando tengamos un concepto correcto de Dios, ya podremos pasar a la
siguiente fase, porque si se tuerce el concepto divino, se tuerce el resto.
Que
Allah nos colme de generosidad más que de justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario