Cuando alguien
dice que el Corán está por encima de cualquier obra humana, o que no existe
otra fuente legislativa salvo el Corán porque el ÚNICO legislador en temas de
halal-haram-obligaciones es Allah y nadie más…Automáticamente se piensa que es
una clara llamada a rechazar la Sunna y que, en realidad se trata de hadices.
La gente sigue hadices no sigue la Sunna por mucho que se empeñen en decirlo.
Por ejemplo, si
compartís la publicación de ayer “La Guía Abandonada” en vuestro muro o en un
grupo, no habría que sorprenderse de que alguien piense que el autor de la
publicación, servidora, es anti-Sunna, anti-hadices, o coranista.
En la época del
profeta, existía una revelación que descendía progresivamente según la
circunstancia, el Coran, y existía un método de lidiar con esos versículos
coránicos que se le revelaban al profeta, existía la traducción de esos
versículos coránicos en realidades sobre el terreno, en el día a día. Eso era
SU SUNNA, su Sunna es un método, una manera. Su discurso en materia de din, su
hadiz, lo que decía, se basaban en el Corán. No había nada llamado narrado por
fulano, contó mengano que el profeta dijo, firmado por fulano en el compendio
X.
Tanto para el
profeta, sus compañeros, como para los primeros musulmanes, el Corán era el
centro; se puede decir que ellos fueron los primeros coranistas, no exactamente
como los de estos tiempos, pero sí en el sentido de darle al Corán el estatus
que merece como palabra divina protegida de toda contradicción y de todo
intento de manipulación.
El profeta
predicó aferrarse al libro de Allah, al hadiz de Allah, no predicó en ningún
momento aferrarse a talmudes humanos que no sólo llegan a contradecirse, sino
que también desafían el hadiz de Allah.
Los musulmanes
de hoy día somos expertos en etiquetas y en formulitas tipo: “Hay que seguir el
Corán y la Sunna”, pero nadie se molesta en definir explícitamente el termino
Sunna; de hecho, hasta esos que sueltan esas formulitas no tienen una idea
concreta, una definición precisa de lo que significa el concepto Sunna. Sólo
saben que vestir a la moda salafi es Sunna, llevar un palo en la boca es Sunna,
llevar barba es Sunna, ahhh no, perdón, eso es un requisito fundamental para el
musulmán, es parte de la fe, por lo tanto, motivo de desafiar el universo
entero y sus leyes para conseguir el derecho a llevarla, y si pierdo la
licenciatura o el trabajo por eso, estaré contento porque estoy siguiendo la
Sunna ergo complaciendo a Allah.
El legado
islámico tiene diferentes significados para el concepto Sunna; los sabios de
los fundamentos del Islam tienen una definición, los sabios de la
jurisprudencia tienen otra, los sabios del hadiz o muhaddizun otra…Al final
acaba siendo sinónimo de hadiz de una manera u otra, y es lo que el musulmán
acaba tomando como una extensión del Corán –astagfirullah-o peor aún, un Corán
2, que no se condensa en un sólo libro, sino en una centena de libros.
Así que,
sí,creemos en la Sunna, pero la Sunna basada en el Corán ejemplificada por el
profeta Muhammad (saws), porque simplemente él era un corán andante, no un
recopilatorio de hadiz andante. Sí, creemos en los hadices que concuerdan con
el Corán, con el espíritu y objetivos del Islam. Y NO, no es suficiente que
tengan una etiqueta de “Sahih” y que esté recopilado por X.
El hadiz es una
materia histórica, no es revelación divina y desde luego no están protegidos
por Allah. Aquí lo único protegido es el Corán o el hadiz de Allah. Y por
favor, no más “si no fuera por el hadiz no sabríamos rezar”; es el peor de los
argumentos que se escuchan.
El Corán
menciona los tiempos de las cinco oraciones obligatorias, al profeta le fue
mostrada la manera de realizar esas oraciones y él enseñó a los primeros
musulmanes, los demás a los demás y los demás al resto….Hasta hoy día. No hay
hadiz alguno que explique paso por paso cómo rezar. La oración se transmitió
mediante la práctica visual, no mediante hadices.
Dicho esto, es
hora de aprender a clasificar el discurso del profeta que parece que algunos
tienen la impresión de que recibía la revelación divina las 24H del día y que
TODO lo que pronunciaba era revelación divina, luego se obedece y punto.
Totalmente incorrecto.
Muhammad (saws)
era humano, era profeta y era mensajero de Allah. Profeta y mensajero no son lo
mismo, son funciones distintas. Por lo tanto, nos conviene saber cuándo habla
el humano, cuándo habla el profeta, y cuándo habla el mensajero.
Los compañeros
–sahaba- del profeta entendían perfectamente esa diferencia y por eso siempre
le preguntaban: “¿Esto que nos dices es una opinión personal para nuestro bien,
un consejo, o una revelación divina?” Muy conocido es el hadiz de la
fertilización de palmeras donde dio una simple opinión que no fue la más
acertada y el resultado fueron malos dátiles, pero él simplemente dio una
opinión de lo que él le pareció mejor partiendo de su conocimiento en el tema,
no se trataba de una orden o de una revelación divina. Al final respondió
:" "Vosotros sois los expertos en los asuntos mundanales"
La revelación
divina NO se cuestionaba, oían y obedecían, pero en lo demás hubo siempre
intercambio de opiniones en las que el profeta cedía porque se le presentaban
mejores ideas, en las que el profeta consultaba a los compañeros…
El hadiz, o sea
discurso del profeta, lo que él decía se divide en tres clases:
Discurso o hadiz
humano: No tiene nada que ver con la revelación, se basa en su conocimiento
propio de la época, por lo tanto se puede equivocar y acertar, puede cambiar de
idea. Ejemplo: el hadiz que mencioné de las palmeras.
Discurso o hadiz
profético: Se basa en la manera de lidiar del profeta con el Corán, la
enseñanza y explicación a su sociedad del contenido de los versículos revelados
-rol de educador y de maestro- a través de la sabiduría, hikma. Tampoco se
trata de revelación, es su propio esfuerzo intelectual –iytihad- son sus
palabras, pero Allah puede intervenir en algunas circunstancias para guiarlo a
mejores decisiones o incluso corregirlo.
Discurso o hadiz
del mensajero: Aquí ya cambian las cosas, porque no se trata de sus palabras.
Cuando habla como mensajero de Allah, es el discurso divino y se transmite tal
cual. Es al mensajero de Allah a quien se le debe obediencia porque transmite
el mensaje de Allah y ese hadiz es el protegido. El Corán.
“Allah, no hay otra divinidad salvo Él.
Os reunirá el Día del Juicio sobre el cual no hay duda. ¿Y quién tiene palabras
más veraces que Allah?” (4:87)
“¿En qué otro Mensaje fuera de éste van a
creer?” (77:50) en árabe :
otro hadiz.
Resumiendo:
Tenemos que ordenar nuestra mente y evitar mezclar manzanas y naranjas como
hacemos siempre. No hay que mezclar lo que dice Muhammad (saws) la persona, con
lo que dice Muhammad como profeta, con lo que dice Muhammad como mensajero y
tomarse cualquier texto que diga el profeta dijo como revelación divina y mucho
menos dar por sentado que el contenido sea realmente pronunciado por él en sus
tres roles.
Allah es quien
más sabe en todo caso. Nuestro deber es tratar de buscar la verdad o lo que se
le aproxime por lo menos, cada quien según su capacidad.
Y, como digo
siempre, el Corán es la salvación en estos tiempos de confusión.
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