Diciembre
es el mes de las celebraciones, el mes de las fiestas, el mes de las compras,
el mes de los regalos, y también el mes de la histeria colectiva de los
musulmanes y de la pesadilla de las irritantes publicaciones facebukianas que
causan más mal que bien, no sólo al individuo, sino que también a la comunidad
y hasta al propio Islam. “Los musulmanes no celebramos la navidad” “no
celebramos año nuevo” “felicitar las navidades es haram” bla bla bla el mismo
disco rayado de todos los años.
Tal
y como decía Adnan Ibrahim en su sermón, necesitamos sabiduría, hikma, no
datos. Precisamente la sabiduría brilla por su ausencia en aquellos que se han
nombrado a sí mismos como “portavoces del cielo” o como pastores cuya misión es
conducir a un rebaño desorientado al Paraíso.
Los
nuevos musulmanes se sienten en una encrucijada entre los requisitos de su fe y
entre la satisfacción de la familia. El dilema de celebrar o no celebrar,
felicitar o no felicitar…Es en estas situaciones en las que se demuestra si
realmente comprendemos nuestra religión, si comprendemos las prioridades de
nuestra religión. Para muchos, por no decir la mayoría, de las personas que
abrazan el Islam, esta religión se reduce a una enciclopedia de normas que hay
que cumplir si es que se quiere evitar acabar en el infierno. Haram,
innovación, shirk, kuffar…Esa es la adoración de los esclavos no la de los
siervos. Esa no es la adoración de alguien que conoce y que ama a Allah.
Antes
de resolver el dilema de “celebrar o no celebrar”, debemos primero ser conscientes
de que nuestra relación con los demás, sean creyentes (de otras religiones) o
no creyentes, se basa en el BIRR, y si son familiares más aún. Convertirse en
musulmán no implica desentenderse de la familia, implica que hay que practicar
el BIRR en su mejor estado con ellos, sobre todo hacia los padres.
¿Qué
es eso de Birr? El Birr significa la exageración en el bien. La práctica del
birr , por ejemplo, hacia los padres, mencionado en el Corán, se trata de la
práctica de la profunda benevolencia. No se trata de un mero bien. La
definición del profeta Muhammad (saws) del Birr es sencillamente “buen
comportamiento”. El buen comportamiento (con todo el mundo) es señal de una fe
casi perfecta.
Volviendo
al Corán, Allah dice: (significado en español)
"Allah no os prohíbe ser
benevolentes y equitativos con quienes no os han combatido por causa de la
religión ni os han expulsado de vuestros hogares, pues ciertamente Allah ama a
los justos" (Sura La Examinada 8-9)
quienes
no = todos los que entran en la categoría de pacíficos independientemente de
creencias.
Algunos
de los familiares de los primeros musulmanes eran enemigos declarados del
Islam, del profeta Muhammad (saws) y de quienes abrazaban esa “nueva religión”.
Sin embargo, Allah les dice, y nos dice, que Él ama a los justos, y que hay que
practicar el Birr con la gente, siempre dentro de lo permitido en el Islam.
Nunca hay que complacer a nadie a expensas de nuestras creencias.
No
olvidemos tampoco el ejemplo del Profeta Muhammad (saws) quien exhortó a Asma
la hermana de Aisha, que Allah esté complacido con ambas, a visitar a su madre
siendo mushrika (asociar terceros en la adoración de Dios) "Asma Bint Abi
Baker, que Allah esté complacido con ella relató: “Vino a visitarme mi madre
cuando ella aún era mushrika y apoyaba a los Quraish. (tribu árabe que le
declaró la guerra a los primeros musulmanes).
Ella
aprovechó la tregua que el Profeta y los Qurashíes habían hecho. Le consulté al
Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, diciendo: ‘Mi madre
vino y desea honrar los lazos familiares. ¿Puedo yo también hacerlo?’ Y él
dijo: "Sí, honra tus lazos familiares con tu madre". [Recopilado en
Al Bujari]
A
los musulmanes no nos está permitido celebrar fiestas que tengan connotaciones
religiosas, al ser actos de fe. No existe flexibilidad en ese sentido. PERO,
felicitar a nuestros padres, vecinos, amigos, compañeros de trabajo, al
panadero…Forma parte del BIRR que hay que practicar, forma parte de la
educación, forma parte del buen comportamiento hacia los demás, de la
coexistencia. Hay que hablar de la manera cortés, como nos dice Allah en el
Corán.
Gracias
a Dios, en el Islam hay un espacio muy amplio para la facilidad sin cruzar la
línea roja, sin exceder los limites cayendo en prohibiciones. Sólo hay que
tener conocimiento y no volverse paranoico. Tener buen juicio.
*
Los musulmanes pueden hacer y recibir regalos a no-musulmanes, siempre y cuando
no sea nada prohibido. (alcohol, dulces que contienen cerdo…) El Profeta mismo
aceptaba regalos de los dirigentes políticos y reyes de otras naciones.
Respecto
a familiares: Es importante que compartáis con ellos las bases de vuestra fe,
que expliquéis bien a vuestros padres, hermanos...ANTES de las fiestas para
evitar situaciones incómodas. No hay ninguna ofensa en decir: mamá sigo
creyendo en Jesús y en la Virgen María, los amo igual o aún más pero hay
ciertas cosas que han cambiado para mí. Nuestra manera de amarlo es creer en el
él y tomar ejemplo de él como del resto de profetas. Un ejemplo.
Suavidad
y delicadeza ante todo. Evitar espantar al mundo; explicar a los demás quién y
qué representa Jesús (pyb) para los musulmanes. Compartimos ciertas creencias,
diferimos en otras, no hay que hacer un drama de eso.
No
hay que ahogarse en un vaso de agua, hay que comportarse de manera normal,
alegre, orgullosos de nuestra fe (no me refiero a andar diciendo por todas
partes “orgulloso de ser musulmán”, a ver si nos desprendemos de esas actitudes
infantiles) pero siempre respetando a la humanidad y deseando el bien para
todos.
Y
recordad que hay que unirse en los valores comunes y no aferrarse a las
diferencias que producen hostilidad. Arruinar las relaciones con los familiares
y con los demás no forma parte del Islam.
"No discutáis sino con buenos
modales con la gente de la Escritura"
(Sura La Araña)
Allah
es quien más sabe- Allahu A'lam.
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